Bajar la potencia eléctrica contratada es una decisión que puede ayudarte a reducir tus facturas de luz si sientes que pagas más de lo que realmente necesitas. Básicamente, se trata de ajustar el contrato de suministro de electricidad para que se adapte mejor a tu consumo real. Al disminuir la potencia, también puedes reducir el término fijo de tu factura.
Consejos para ajustar la potencia eléctrica contratada
Antes de comenzar el proceso para bajar tu potencia eléctrica, conviene considerar algunos aspectos. Conocerlos te permitirá tomar una decisión más informada.
¿Cómo saber cuánta potencia necesitas?
El primer paso es conocer cuánta electricidad consumes. Puedes revisar tu factura de luz para obtener una idea del consumo histórico. Además, es útil hacer un inventario de los electrodomésticos que usas en casa y su consumo aproximado. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece herramientas que ayudan a calcular la potencia necesaria para tu hogar.
Por ejemplo, si utilizas el microondas, el televisor y el ordenador al mismo tiempo, sumarás el consumo en vatios de cada uno para estimar la potencia necesaria.
Normativa sobre la potencia eléctrica en España
En España, la normativa vigente estipula que puedes cambiar la potencia una vez al año, salvo en circunstancias especiales. Esto lo regula el Real Decreto 1164/2001, modificado por sucesivos cambios normativos. Cambiar la potencia implica ponerse en contacto con la comercializadora y, potencialmente, pagar una pequeña tarifa.
Recuerda que disminuir la potencia implica asumir que si superas el umbral fijado, el interruptor de control de potencia (ICP) podría saltar.
Pros y contras de bajar la potencia eléctrica
Ventajas:
– Reducción en la factura eléctrica mensual.
– Ajustar la potencia a tus necesidades reales puede evitar costes innecesarios.
Desventajas:
– Riesgo de que el ICP se dispare si el consumo supera el límite contratado.
– Posible coste por el cambio de potencia en el contrato.
¿Qué ocurre si bajas demasiado la potencia?
Si te entusiasmas y bajas demasiado la potencia, podrías experimentar cortes de energía frecuentes cuando varios aparatos funcionen simultáneamente. No obstante, puedes revertir el cambio, aunque solo puedes modificar la potencia una vez al año, a menos que decidas pagar una tarifa por el cambio adicional.
Aquí radica la importancia de hacer un cálculo adecuado sobre tu consumo. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recomienda que antes de aprobar un cambio, evalúes detenidamente tus hábitos de uso.
Pasos para solicitar el cambio de potencia eléctrica
1. Revisa tu consumo actual y calcula la potencia necesaria.
2. Contacta con tu compañía eléctrica y solicita el cambio. Algunas ofrecen la posibilidad de hacerlo a través de su web.
3. Espera la confirmación por parte de la distribuidora.
4. Realiza el pago de las tasas si corresponde. El importe varía en función de la compañía distribuidora.
5. Recibe la visita del técnico si es necesaria para ajustar el ICP.
Este proceso, en ocasiones, puede tardar varias semanas.
Para terminar, es interesante consultar los balances de consumo y analizar con precisión antes de decidir. Recuerda que un cambio de este tipo puede impactar significativamente en tu presupuesto mensual.
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